El 3 de junio de 1960, se reunían en La Plata delegaciones de trabajadores/ras de Bahía Blanca, San Nicolás, Mar del Plata, Azul, Dolores y Junín para participar del Congreso constitutivo de la AJB, organización que representaría a secretarios, empleados y practicantes del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires. Omar Gorini, Antonio Cortina, Horacio Catino, Oscar Huerta, Julio Bertomeu, Mario Ghilini y Osvaldo López, entre otros/as pusieron los cimientos de una organización gremial que promovería la solidaridad y el progreso humano.
Desde ese día hasta la actualidad, se ha sostenido una propuesta de sindicalismo de clase, independiente de los patrones, gobiernos y partidos políticos, plural y participativo, que durante seis décadas no solo ha defendido eficazmente los legítimos derechos del sector, logrando avances y conquistas que hoy son realidad y aportando, al mismo tiempo, a construir un mundo más justo.
Se integró a la Federación Judicial Argentina, a la CGT y al Movimiento Intersindical que en los ’70 lideraba Agustín Tosco, así como a la CGT de los Argentinos. En los ’90, protagonizó activamente en la fundación de la CTA, manteniendo estrechos vínculos con judiciales de Latinoamérica y con otras organizaciones internacionales de diverso pensamiento ideológico, siempre construyendo unidad para defender los derechos humanos, la autodeterminación de los pueblos, la justicia social y la paz.
La AJB enfrentó a las dictaduras del mismo modo que la mayoría de nuestro pueblo. Enfrentó a la de Onganía y a la de Videla y cía, durante la cual los judiciales sufrieron cárcel y tortura, fueron desaparecidos, exiliados, declarados prescindibles y su sistema salarial (conocido como “porcentualidad”) fue derogado. Estas, entre otras tantas vejaciones, fueron la consecuencia de soñar y luchar por una Argentina y un mundo mejor, cuestionando un sistema vigente de dominio y sometimiento.
Durante estas últimas décadas, se concretaron significativos avances: el reintegro de todos los compañeros despedidos por la dictadura del ’76, el impulso de los Juicios por la Verdad y el castigo a los genocidas y el aliento del ingreso al Poder Judicial de ex combatientes de Malvinas que durante años habían sido invisibilizados.
Asimismo, la AJB participó desde su fundación en la defensa y fortalecimiento del IOMA y el IPS; avanzó en la participación institucional en la designación y destitución de jueces; consolidó ámbitos paritarios con la Suprema Corte y el Poder Ejecutivo provincial; aseguró períodos de plena vigencia de la porcentualidad salarial y, a partir de los ’90, logró la incorporación del pago de la Tasa de Justicia; aseguró que los trabajadores/as de la Justicia de Paz y organismos descentralizados participaran activamente en la vida orgánica del gremio; construyó una amplia red solidaria, a través del servicio del co-seguro de salud y los lugares de recreación y descanso en diversos departamentos judiciales, en el mar y las sierras, así como de iniciativas culturales y deportivas y una comunicación ágil a través del periódico “En Marcha”, actividades a las que fueron incluidos de pleno derecho los jubilados/as y pensionados/as.
Todos estos logros, y otros no mencionados, se han conquistado con huelgas, movilizaciones, permanencias, las que han sido reprimidas con descuentos, sumarios y sanciones, que no han podido doblegarnos.
Hoy, como en años anteriores, cientos de judiciales militan en las 19 departamentales. Es destacable la masiva participación de mujeres y jóvenes que viajan cientos de kilómetros para militar, otorgándole un fervor multitudinario a una construcción que no cesa, cantera plena de los mejores ideales que la clase trabajadora promueve como el factor más dinámico y ético de la sociedad en la construcción de Otro Mundo Posible. LA LUCHA CONTINÚA (pandemia por medio).
Felices 60 años.
Víctor Mendibil.
Junio 2020