La represión no puede ser la respuesta. En las últimas horas la situación social de la provincia de Formosa volvió a ponerse en el tapate de las discusiones nacionales.
La decisión del gobernador Gildo Insfran de volver a fase 1 del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio fue el detonante que tuvo como consecuencia una gran manifestación popular la cual fue reprimida por la policía provincial. Sin dudas no es ésta la única situación que causa rechazo social, más bien, existe una larga de lista de acontecimientos que es preciso sean revisadas.
Las condiciones de los centros de aislamiento o la pobreza creciente son algunas de las causas que suman al descontento.
Formosa, alguna vez fue tildada por el ex ministro de economía Domingo Cavallo como una provincia inviable. Con esta definición, el padre de la convertibilidad, no daba posibilidad alguna de siquiera intentar cambiar el rumbo para quienes habitan aquellos lugares, tratándolos como material descartable ¿Quién puede ante panorama ser el hacedor de respuestas a las demandas sociales? No cabe duda que es el Estado, en todos sus estratos, quien DEBE garantizar derechos.
Por eso ante un reclamo la represión jamás puede ser una respuesta, ni siquiera considerada como de última instancia.
Vale mencionar que la pandemia ha desnudado de manera brutal las diferencias sociales. La brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande. No es algo propio de la Argentina, la desigual distribución de las vacunas entre países ricos y pobres es claro ejemplo de ello. Un poco más al norte, en el Paraguay, también se viven horas de fuertes protestas por la crisis sanitaria y económica que vive el país. Otra vez, la respuesta del estado, en este caso el paraguayo, es la represión.
La crisis económica y social parece difícil que pueda seguir siendo sostenida por las clases más bajas, las provincias del Norte hoy son un claro ejemplo de ello.
Pero no hay que olvidarse de la situación de los centros de aislamiento de CABA (denunciado en varias oportunidades por el colectivo La Garganta Poderosa), el desalojo de Guernica, la persecución de vendedores ambulantes en nuestra ciudad, etc. Alguna vez hemos escuchado decir aquella bonita frase de “donde hay una necesidad, nace un derecho”, el pueblo no necesita balas. Necesita respuestas a sus reclamos.
Repudiamos enérgicamente la represión de la policía formoseña de Gildo Insfran y exigimos se respeten todos los derechos y las garantías del pueblo de Formosa. No somos imparciales ante esta situación y elegimos estar siempre del lado de quienes luchan por sus derechos.